Las raquetas

Llevaba buscando unas raquetas de tenis un montón de tiempo! Pero no unas raquetas de las de ahora, si no de las antiguas, de esas que eran de madera, de esas que molaban. Recordaba que mi hermano tenía unas y tenía la imagen de ellas por casa de mis padres. Vamos que se me habían antojao y tenía que hacerme con unas. No parecía una tarea muy difícil y un día por el rastro encontré unas. Aleluya! Pregunto el precio y me parecen carísimas. Intento regatear y sólo consigo 1 euro de rebaja! Comor? Nada, no me las llevo y ahí se quedaron. De la que marchábamos volvimos a pasar por delante del puesto que las vendía y vi con horror como un señor se las llevaba!!! Nooooooo!! Que tonta había sido. Son esos momentos en los que hubiera pagado su peso en oro, diamantes y esmeraldas por ellas...
Bueno, como tampoco soy una persona muy caprichosa rápidamente me olvidé de ellas (creo que recordar que a eso de la hora jejeje) y ahí quedó la cosa.
Como hace un mes volví a encontrarme unas. Guapiiiisimas, mucho más que las anteriores, en tonos azules y en perfecto estado. Según las enfoqué sabía que iban a ser mías. Las cogí (no fuera que apareciera otro señor) y pregunté en precio. Uyyy baratísimas y encima me hizo descuento por llevarme las dos!!
Ya tenía mis raquetas... y ahora?? No sabía que hacer con ellas. Colgarlas cruzadas en una pared de casa me parecía muy "retro" y usarlas para unas partidas domingueras tampoco. Anda! Y sí hago unos espejos? Corrí a internet pensando que había descubierto la pólvora y no, vi que mi idea no era novedosa. A alguien antes que a mi se le había ocurrido eso, cachis! Porque no seré la primera en pensar estas cosas...
Bueno, daba igual, la idea me parecía estupenda, así que llevé las raquetas a Cristalastur. Ya sabeís que es donde suelo ir cuando necesito un espejo o un cristal. Cuando se lo dije a Javi, el dueño, me miró con cara de "qué me dices?" pero le encantó la idea, nadie le había encargado una cosa igual!! El sábado fui a buscarlas y no me pudo gustar más el resultado final! Una auténtica pasada!!

 

Las he colgado en la habitación de invitados para que veáis lo guapas que quedan colgadas, pero en realidad las voy a poner en una pared del pasillo que parece hecha a medida para ellas.
Al final tengo mis raquetas, está claro que como dice mi amiga Mercedes :"lo que es pa ti, a tu mano viene"